Fascia y Movimiento

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¿Qué cambios se producen en nuestros tejidos con la actividad física? Como sostienen nuestra actividad se adaptan a la misma y nos hacen más eficientes?

Hoy nos adentraremos en cómo mejoramos la calidad de uno de los tejidos que están más de moda en los ámbitos de la terapia manual: La Fascia.

Qué es el tejido conjuntivo o fascia?

El tejido conjuntivo o fascia está considerado como el tejido universal, pues se encuentra en todas las estructuras del cuerpo y realiza muchas funciones que hasta ahora no se tenían en cuenta.

En el mundo de la anatomía y del deporte el tejido conjuntivo siempre se había considerado como un complemento pasivo y estructural, infravalorándolo hasta proponerlo como un tejido de desecho o mero envoltorio. Hoy en día, a pesar de una falta de definición común, la fascia la podemos considerar como “un órgano de tejido conjuntivo que forma un continuo funcional, altamente inervado, que aporta estabilidad y movilidad formado por una red tridimensional cuya estructura principal es el colágeno y el agua”.

La fascia no es una mera estructura de soporte si no un sistema de distribución de tensiones y de comunicación de los diferentes niveles y estructuras de nuestro cuerpo. Y debemos tenerla en cuenta

Aquí os dejamos un par de bonitos videos para que os hagáis una idea sobre su estructura.

La fascia

Ejemplo de sus funciones.

El tejido conjuntivo está formado por varios tipos de estructura:

  • Fibras: principalmente formadas por colágeno (hasta 12 tipos diferentes en función la densidad y necesidades del tejido) que le dan solidez y estructura, y elastina y reticulinaque le dan elasticidad y ayuda a crear la base del tejido conjuntivo.
  • Tejido de cohesión: formado por heparina, fibronectina y ácido hialurónico que ofrecen un substrato a las células del sistema nervioso, vascular y al epitelio.
  • Células libres como los fibroblastos, que serían los obreros de nuestro tejido conjuntivo, que segregan el colágeno necesario para renovar y reestrucrurar nuestra red fascial así como cerrar las heridas. También hay Glóbulos blancos encargados de la defensa del cuerpo y (…)
  • Agua y glucosaminoglicanos que permiten el intercambio celular dando diferentes propiedades al tejido.

Sus funciones se pueden resumir en:

Biomecánicas: dar forma a los músculos (y vísceras) permitiendo su deslizamiento entre sí para que su función sea óptima dando la correcta densidad a los tejidos y uniéndolos entre sí para que se puedan transmitir y disipar bien la fuerza de nuestros movimientos. Absorbe y distribuye estímulos físicos locales a niveles mecánicos (presión, vibración, movimiento), químicos y térmicos.

Neurológicas: al ser un tejido altamente inervado (10 veces más que nuestros músculos), la fascia se transforma en una red de información básica de nuestra postura, es una fuente excepcional de información constante de nosotros mismos. Las disfunciones en el tejido fascial provocará un cambio en nuestra propiocepción, no es por casualidad que empiezan a llamarle también red neuro-myofascial.

Biológicas: forma el medio por el que discurren el sistema arteriovenoso, linfático y nervioso donde se producen infinidad de reacciones metabólicas, y de las células como los glóbulos blancos (básicos en el sistema inmunitario) y de los fibroblastos (básicos en la reparación y regeneración de los tejidos), tomando así un partido muy importante en la gestión de desechos, de defensa y reparación del cuerpo. Así que un tejido conjuntivo sano implica un cuerpo sano.

Además, una de las particularidades del tejido conjuntivo es que contiene musculatura lisa dentro de su estructura, esto lo transforma en un tejido tensoactivo capaz de cambiar su tensión en función del estímulo recibido haciéndolo aún más participativo a nivel biomecánico (reserva activa de energía mecánica). Esto hace que tenga una gran capacidad de reserva de energía elástica, función en la que indagaremos más adelante.

Postura, movimiento y fascia.

Para obtener un buen equilibrio corporal, una postura adecuada y un movimiento ágil, necesitamos una comunicación armónica entren las diferentes estructuras corporales ( tejidos, músculos, órganos huesos..) El encargado de mantener este equilibrio es en parte el entramado fascial capaz de transmitir las fuerzas de la manera adecuada optimizando las tensiones y autoajustandose gracias a las señales propioceptivas corporales.

Alteraciones del tejido fascial.

Las alteraciones en el tejido fascial se producen bien por desuso, bien mal uso o también por un sobreuso. Cuando este tejido se altera, se desorganizando, perdiendo la capacidad de transmisión de tensiones que le caracteriza y afectando directamente a nuestro movimiento y postura. Ha y que tener en cuenta que este tejido permite el correcto movimiento de los órganos viscerales por lo que una alteración del mismo puede influenciar también en nuestro metabolismo.

Por lo general, las alteraciones se manifiestan como un tejido más denso, que crea adherencias y rigideces que evitan un correcto movimiento y nos envía informaciones incorrectas sobre nuestro estado corporal y nuestra situación espacial por lo que el riesgo de lesiones aumenta.

¿Por qué el Paleotraining cuida tu tejido?

El tejido conectivo reacciona y se optimiza mejor en movimientos multidireccionales y de pocas repeticiones. Al realizar movimientos funcionales, multiarticulares y en 3D permitimos que el tejido haga la función que le pertoca facilitarnos el movimiento en la vida real.

Los movimientos repetitivos en series cortas de intensidad con prestiramiento favorecen la reserva mecánica elástica de los tejidos. El tejido conjuntivo, y especialmente las estructuras pasivas del músculo (tendones y perimisio) poseen una gran capacidad de reserva de energía mecánica elástica, cosa que mejora y optimiza el rendimiento pasivo, optimizando así el uso de la contracción muscular y por lo tanto gastando menos energía. Ejercicios comos los burpees, saltos entrella, zancadas, saltos o rana saltos plio entrenan esta capacidad.

La variabilidad tanto en ejercicios como en intensidades mantiene al tejido alerta para reaccionar ante los imprevistos, permite un buen deslizamiento entre las estructuras evitando las adherencias y estimula una buena irrigación del mismo optimizando su regeneración

Gracias a la influencia sobre el tejido conjuntivo, las sesiones de Mammoth Hunters equilibran nuestra postura, nos mantiene ágiles y con un tejido conjuntivo de buena calidad.

En próximas entradas os presentaremos una rutina de ejercicios para cuidar específicamente tu fascias.

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