El Open de Australia supone el regreso de dos iconos como Roger Federer y Rafa Nadal. Ambas estrellas de la raqueta parecen haber dejado atrás sus horas más bajas y ahora retornan con las miras puestas en ganar el primer gran torneo del año o, en su defecto, que su presencia en la competición les deje al menos un buen sabor de boca.
Nadal ha permanecido once semanas ajeno a los circuitos (aunque el mes pasado hizo sus primeros pinitos en Abu Dabi) y Federer ha estado fuera seis largos meses. Es evidente que estos ex números uno del tenis mundial ya no son favoritos e incluso aparecen relegados a los puestos cuarto y quinto en las apuestas. Así, por delante figuran tenistas como Andy Murray, Novak Djokovic o Stan Wawrinka.
Sin embargo, esta circunstancia no resta ni un ápice de fuerza a estos colosos que quieren volver a reinar. Pues, a pesar de que ambos tenistas han permanecido en el dique seco debido a varias lesiones, ya han debutado con honores en el Grand Slam. En este sentido, el manacorí ha ganado con solvencia al alemán Florian Mayer.
Esta victoria, además, supone una mejora con respecto a su participación en el Open de Australia de 2016. En aquella edición, Nadal no pasó de la primera ronda dado que cayó frente a Fernando Verdasco.
Por lo tanto, el español encara la cita de Melbourne con buenas sensaciones, sin reparar en sus ‘quisquillosas’ rodillas o su antaño dolorida muñeca izquierda. No obstante, como decíamos, no es el favorito de las apuestas, pero sí que sigue brillando en la mente de muchos ex profesionales del tenis como Manolo Santana. ‘Rafa no puede dejar esto sin ganar otro Grand Slam. Ganará al menos uno más, eso seguro. Creo que donde tendrá más opciones será en Roland Garros, no lo sé, pero celebrará al menos uno más. Yo no dudaré nunca de Rafa’, ha comentado Santana al respecto de la participación del manacorí en Australia.
Por su parte, Federer tampoco va a la zaga del español, pues ha logrado su primera victoria en Melbourne frente al austríaco Jürgen Melzer al que ha batido en cuatro sets. Aunque el suizo sí que ha reconocido ciertos nervios al inicio de este partido que luego fueron disipándose para dar paso a la genialidad de su juego.
Ya veremos el desenlace de esta importante cita donde Murray es ahora mismo el favorito. No en vano, es el número uno del mundo, pero esta circunstancia no le ha librado de padecer de lo lindo en su debut ante Illya Marchenko. Así, necesitó esmerarse durante dos horas y 47 minutos para lograr imponerse al ucraniano.