El Coach en el siglo XXI

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La dinámica en el entrenamiento de jóvenes en formación es totalmente diferente, pero su idiosincrasia es cuando menos curiosa .

 Cuando preguntan que característica del coach en el siglo XXI es la de mayor relevancia, las respuestas por lo general incluyen el conocimiento exhaustivo del deporte, relación personal y profesional con los jugadores, organización y estructura, compromiso con su jugador y su equipo, nivel de confianza mutua etc. Evidentemente son características valiosas pero sin duda alguna la percepción del control de la situación es sin duda la mas importante.

Estamos convencidos que para ser un buen coach, debe ser capaz sobre todo de trasmitir y reflejar a través del jugador su filosofía, su sistema y su orden táctico. La información que posea el coach es totalmente inútil, si no es capaz de que transmitirla al jugador.

El jugador de tenis, aunque aparentemente no lo demuestran son complicados, Su carácter forjado a través de los años con un esfuerzo fuera de lo común, horas y horas de entrenamiento técnico, táctico, físico y mental así como miles de partidos con la carga emocional que ello supone lo hacen verdaderamente “duro” y fuerte. Esto puede hacerlos reacios a cualquier posibilidad de cambio y en muchas ocasiones son verdaderamente resistentes a introducir ni si quiera pequeños detalles en su rígida estructura, evidentemente algo de razón tienen no?. Creo que esto es una de los motivos de que el entrenamiento de este deporte sea tan apasionante, ilusionante y verdaderamente desafiante.

¿ Que influencia tiene realmente el coach en la producción de verdaderos campeones? .Si contemplamos los jugadores de élite dar una respuesta parece muy complicado. Los jugadores han sido capaces de ganar títulos y realizar excelentes resultados de diversas formas, compartiendo relación profesional con entrenadores, con ausencia de la figura del entrenador, con entrenadores tan solo a tiempo parcial,en acompañamientos en torneos limitados, e incluso acompañados tan solo de sus familias o fisioterapeutas. En algunas ocasiones el coach puede no ser un elemento decisivo en el alcance de sus objetivos, del mismo modo parece ser que la presencia y la tutela de un gran coach no es una garantía de victoria y éxito en un jugador con talento.

Algunos ejemplos de estas circunstancias nos lo demuestra el circuito profesional, Paúl Annacone vio como su pupilo Roger Federer se hizo con el triunfo en Wimblendon , también con Pete Sampras logro durante mucho tiempo grandes proezas. Sin embargo Roger Federer mientras entrenaba con Peter Lundgren y Tony Roche gano 11 títulos e incluso 3 grandslams. Tony Roche entreno a grandes jugadores como Hewit, Rafter, ganando con ambos títulos, sin embargo parece que no fue capaz de establecer una relación de trabajo solida con Federer.

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Brad gilbert, entreno a Andre Agassi durante mucho tiempo, y lograron conquistar muchos títulos y estar en la élite del tenis mundial , también su relación con Andy Rodick coincidió con su victoria en el US OPEN , pero esta relación con Andy termino repentinamente. Su siguiente compromiso fue Andy Murray, que parece se que a pesar del conocimiento y la experiencia de Gilbert el jugador no estaba lo suficientemente preparado o maduro en esta etapa.

Es obvio y natural que todos crean estar capacitados para transmitir su seña de identidad y hacerlos mejorar con una hoja de ruta claramente marcada y definida, ahora bien que el jugador recibirá o aceptara estas indicaciones siempre es a priori una de las grandes incógnitas. El coach debe ser en este alto nivel una persona flexible, tanto en la competición como fuera de ella, tengamos en cuenta la cantidad de tiempo que pasan juntos viajando, entrenando, comiendo, e incluso compartiendo la misma habitación. Deben ser comprensivos y tolerantes y en ocasiones deben ceder en sus deseos y necesidades a las del jugador, e incluso deben ceder sus “egos “ a la de sus discípulos aun cuando probablemente el conocimiento de la tarea y su ego es aun mayor.

Si contemplamos el circuito femenino es verdaderamente fascinante, muchos coaches son padres que en su mayoría no han tenido una formación tenística de acuerdo a sus competencias, sin embargo parece ser que la relación padre – hija adquiere un protagonismo crucial para el desarrollo de las carreras de las chicas. ¿ Sera el papa Wiliams uno de los mejores y mas acreditados entrenadores del tenis femenino ? sus atletas que resultaron ser sus dos hijas Venus y Serena Wiliams, creo que han ganado los suficientes títulos tanto en individuales como en dobles para darle el suficiente crédito, algo habrá hecho bien no ?.

Es inimaginable en otros deportes pero en tenis esta lejos de ser una casualidad, Yuri Sharapov, Stefano Capriati, el padre de Mónica Seles, la madre de Dementieva que pocas veces cogió una raqueta son algunos de los ejemplos mas relevantes de esta significativa relación.

 

La dinámica en el entrenamiento de jóvenes en formación creo es totalmente diferente, pero su idiosincrasia es cuando menos curiosa, y no menos apasionante . En esta situación el “entrenador “ es el responsable total y absoluto ya que el es el que imparte el conocimiento y el jugador es el discipulo que esta dispuesto a aprender y entender el deporte, ahora bien esto ocurre mientras los jugadores y su entorno mantienen actitudes de mejoramiento continuo y no le dan demasiada importancia a los resultados en la competición. Pero … ¿que ocurre cuando el alumno alcanza los niveles mas altos en su categoría?, Aquí los entrenadores pierden algo de puntos, mientras ellos consigan que el jugador siga ganando el y su entorno quizás seguirán tranquilos, pero ojo! porque poco a poco el entrenador pasa de ser un ser incuestionable a estar diariamente en entredicho ,… ya no tiene el suficiente nivel, o quizás los partner de entrenamiento no son lo suficientemente buenos, cuestiones que a priori eran aceptadas e incluso valoradas cambian repentinamente dependiendo de un u otro resultado.

Al principio establecer el control es aparentemente sencillo para el entrenador, siendo profesional y su conocimiento relativamente razonable contará con la confianza de sus alumnos y por consiguiente de sus padres que obviamente significan un porcentaje elevado en esta “apasionante”relación. Por regla general la gente es atraída por la certeza y la seguridad, y no por la ambigüedad, un entrenador honesto, seguro de si mismo, profesional, positivo y ordenado en su vida y su trabajo hará que sus alumnos acepten sus instrucciones sin dudas y con las máximas garantías.

Mi experiencia personal en este sentido avalan estas afirmaciones, he tenido el orgullo y el placer de poder compartir mi vida con infinidad de jugadores de competición en distintos niveles y en distintas generaciones, desde jugadores y jugadores ATP y WTA, jugadores del circuito ITF junior y por supuesto niños que han competido en el tenis de base, cada uno ha sido diferente, único, y de cada uno de ellos he aprendido, a conocer, sentir,disfrutár, e incluso en alguna ocasión por que no reconocerlo frustración, pero siempre he intentado obtener el lado positivo y ello sin duda me ha ayudado a manejar mucho mejor todas estas situaciones.

La cuerda comienza a ponerse tensa cuando el jugador comienza a tener un sensible éxito competitivo este y sus padres comienzan a plantearse las capacidades, habilidades, y manejo de estas nuevas situaciones de éxito. Hay veces que de una semana a otra y tras 10 /12 años de trabajo ya no somos los mismos, y no servimos para nada. El tenis es un deporte terriblemente jerárquico incluso en los pequeños torneos el entrenador que gana, o tiene al cabeza de serie 1, o los mejores jugadores disfruta de la “maravillosa experiencia de ser alguien “ ello dificulta enormemente y en demasiadas ocasiones nuestra verdadera labor de formación y desarrollo a largo plazo e incentiva la terrible consecución de tempranos resultados . Ganar o entrenar a los mejores eleva proporcionalmente el cache y el ego, ahora bien del mismo modo el jugador comienza a sentir esto y cuanto mas el éxito del entrenador depende de los resultados del atleta la cuerda se pone mas tensa y siempre del lado del jugador.

En esta situación el entrenador tiene un problema importante, un riesgo de dependencia total y absoluta del jugador y es aquí donde el entrenador es sensible y esta tentado de consentir al jugador actitudes negativas o incluso de no decir y/o hacer cosas que al jugador puedan “no gustarle”, Pero en este deporte las reglas parecen estar marcadas, y cuando el tenista conquista el éxito el entrenador es el mejor merecidamente o no.

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Definitivamente mientras el entrenador es mas famoso, o disfruta de mayor relevancia el equilibrio se mantiene a favor de el, pero hasta cuando?, Que campeonato cambiara las cosas?, quizás una victoria contra su mayor competidor en un torneo nacional, quizás un derrota con un competidor de menor nivel, cuando? . Existen infinidad de motivos por los que los jugadores realizan movimientos extraños y repentinos abandonando a su entrenador, y en muchas ocasiones demasiado pronto busca nuevas oportunidades y sensaciones.

Creo que una razón es que ellos han oído todo y tantas veces e incluso de la misma manera todo lo que “su viejo entrenador” tiene que decirle que ya no consigue el impacto previsto, ellos sienten que ya han aprendido todo lo que este podía enseñarle, que ya no es suficiente su conocimiento y buscan aires nuevos. Una broma en un torneo, una falsa verdad o una critica hacen dudar una mente que todavía es susceptible de piadosos engaños. Sinceramente pienso que evolucionar significa caminar juntos, ahora bien abrir las puertas e incluso la mente a nuevas colaboraciones , nuevas perspectivas y nuevas maneras de entender este deporte es altamente positiva tanto para el jugador como para el entrenador. Es por esto que en la actualidad se esta imponiendo el trabajo interdisciplinar y en equipo donde cada componente vela por un interés común el desarrollo del jugador a largo plazo y su incorporación a niveles competitivos adecuados.

En el entrenamiento con jugadores de élite todo es completamente diferente, en esta ocasión el jugador es poseedor de prácticamente el poder absoluto, y el trabajo del Coach,( como veis en esta ocasión no me refiero a entrenador sino a coach) esta en riesgo constantemente . Todo lo relativo al entrenamiento debe estar consensuado invariablemente con el jugador, cuestión lógica puesto que ya no estamos tratando con niños con unas ganas infinitas de aprender sino con un deportista de categoría mundial.

Ambas partes entienden esta situación, y la aceptan como real y cotidiana como siempre el equilibrio y el respeto mutuo serán indispensables en esta relación. El coach tiene la obligación de facilitarle la vida al atleta solucionándole absolutamente todas las tareas susceptibles de ello como son el encordado, adquisición y organización de vuelos , reservas de hoteles, programación y reservas de las pistas de entrenamientos, búsqueda del compañero apropiado para un entrenamiento provechoso, control de las tácticas y estrategias adecuadas en cada encuentro, estableciendo proyectos de logro y de tarea a corto y medio plazo, dando consejo y calmando después de un resultado negativo y equilibrándolo cuando la tendencia es positiva, en definitiva en muchos casos el mayor valor del coach esta en el compañero, amigo y en todas la áreas relativas al estilo de vida. En estos casos invariablemente el poder esta al lado del deportista.

Muchas veces vemos la televisión y observamos los grandes coaches en los palcos, en una posición de relajación y encantamiento mientras su jugador domina el marcador, también los vemos sufrir en muchísimos momentos de los partidos cuando las cosas no van también, incluso son objeto de desprecios , desplantes, reproches e insultos por parte de sus pupilos cuando ellos sienten la impotencia, y la derrota se acerca invariablemente. Somos capaces de imaginar por un instante el momento de la cena ?. Que le podemos decir al jugador cuando sus pensamientos tan solo son de enojo, frustración y se encuentra verdaderamente deprimido por que ha encadenado varias derrotas consecutivas y esta harto de escuchar por enésima vez … “no te preocupes”, “ no pasa nada “, “estas trabajando bien y esto pronto cambiara”, “ tranquilo “… y todas estas repeticiones se multiplican negativamente en su mente tanto o mas que la perdida de los partidos.

Esta cerca la ruptura, los resultados mandan en el circuito profesional, y no todos los entrenadores están preparados para prever y manejar adecuadamente estas situaciones, Pero aun puede ser peor, imaginemos por un momento que por una sugerencia nuestra en esta etapa del entrenamiento el jugador ha estado intentando añadir alguna “nueva habilidad”, … haciendo algún pequeño cambio en sus golpes, estrategias o estilo de juego ( lamentablemente adquirir habilidades diferentes se desvía invariablemente de sus respuestas habituales y causa un perjuicio en sus primeros resultados) pero sigue sumido en la derrota. En este preciso instante el coach ha perdido toda su credibilidad .

En definitiva, creo sinceramente que el trabajo del coach en alto nivel es verdaderamente difícil y muy complicado, crítico y enclaustrado en una situación de alto riesgo tanto o mas que la del jugador, pero la vocación de los grandes entrenadores pese a las adversidades parece ser en esencia hacer que el jugador se sienta feliz. Creo que se pueden e incluso se deben incluir la inclusión de pequeñas sugerencias de carácter técnico o táctico, también de índole estratégico si bien estoy convencido de que el grueso de los esfuerzos debe estar enfocado a hacer que el jugador se sienta bien, mantenga la motivación y sobre todo la ilusión por el trabajo y la competición.

En cualquier caso, en cualquier nivel, la inversión emocional del coach o entrenador , así como la búsqueda de la excelencia en buscar objetivos competitivos reforzan el vinculo profesional- emocional . Los jugadores de tenis son capaces de sentir la implicación, la confianza y la verdadera pasión de su coach por ellos, es por esto que ellos de alguna manera también se sienten identificados y obligados a responder con la misma carga de compromiso y lealtad.

También si el coach o entrenador no esta verdaderamente implicado, si mantiene una actitud pasiva y poco comprometida, si no es serio, puntual, organizado,y coherente con el estilo de vida elegido, responsable y no admite critica o parte de responsabilidad alguna cuando los resultados no son positivos pero es el “héroe “ cuando el resultado es victorioso son igualmente percibidas por el jugador y ellos pierden totalmente el control, normalmente en estas ocasiones el coach es totalmente indiferente hacia el proceso de desarrollo del atleta y priman los intereses de resultados puesto que ello alimenta el ego y la jerarquía del coach. La incertidumbre en estos casos acompaña la relación hacia un camino de no retorno.

Estamos convencidos de que una buena relación profesional, se debe establecer desde un labor eficaz, bien estructurada y organizada, intentando que cada entrenamiento y cada competición este verdaderamente planeada, pequeños objetivos o pequeñas charlas de un par de minutos antes del comienzo de cada sesión, ponen de manifiesto una buena predisposición e incluso obligan al atleta a mantener el mismo nivel de absoluta concentración y confianza entre ellos. Seamos lo mejor que podamos ser !!! .

Paco Almendros / Court Central & PowerplayTennis

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