Nadal cae frente a Berdych

Tomas Berdych derrotó de manera contundente en los cuartos de final del Open de Australia a un Rafael Nadal desconocido en los dos primeros sets, totalmente perdido en pista. El marcador (6-2, 6-0 y 7-6) relfeja lo que fueron las dos primeras mangas, donde el mallorquín se dejó la posibilidad de pasar a semifinales. Todo el mérito al checo, que jugó un partido muy serio y sin fisuras.

Berdych salió con las ideas muy claras desde el primer momento y puso en práctica a la perfección su táctica. Presionar con el saque y tiros muy profundos y al revés de un Rafa que salió un poco nublado, como el día en Melbourne, y se mostró muy fallón con su derecha. Berdych encontraba con facilidad los ángulos sacando en el lado del deuce para rematar al español con toda la pista abierta. Muchos de los golpes de Nadal se quedaban en la red, en parte debido a que el cabeza de serie número 3 se movía bastantes metros por detrás de la línea de fondo. Era el checo el que llevaba la batuta del juego en todo momento y eso se tradujo en un primer set muy sencillo para él con poca batalla por parte del mallorquín.

El checo continuaba intratable con su saque mientras Nadal parecía perdido. Su confianza se encontraba tan lejos como su mente. Excesivamente fallón, sobre todo con su derecha, y ante un rival al que le salía prácticamente todo, se podía oír el silencio del público asistente que no podía creer la paliza que estaba recibiendo el que fuese campeón en esa misma pista seis años atrás. Nadal no tenía respuestas ante los interrogantes que le planteaba el checo. El segundo set fue un absoluto monólogo por parte de Berdych que plasmó su superioridad metiéndole un rosco tan sorpresivo como doloroso.

Mucho tenía que cambiar la película para ver un cambio ante un final que se avecinaba pronto y predecible. Nadal continuaba golpeando la bola caminando sobre las letras de Melbourne, dejándo pelotas a mitad de pista, muy fácil para Berdych que no dudaba en rematar cuando tenía la más mínima ocasión. Aún así, su drive fue cogiendo tono poco a poco y por este motivo el partido se igualó un poco. En ciertos momentos, era Nadal el que golpeaba la bola montado sobre la línea de fondo, llevando la iniciativa del juego y consiguiendo puntos a su favor. Por eso llamaba la atención que cuando tenía ocasión de hacer daño a Berdych con su saque volviera a irse hacia atrás dejando bolas demasiado cortas. Le faltaba instinto asesino y sobre todo, confianza.

Rafa tuvo que afrontar dos pelotas de partido en contra cuando sacaba para llevar el tercer set al desempate. Es ahí donde sacó su versión agresiva, esa que saca cuando se encuentra en una situación límite y logró salvarlas y forzar el tie break. Todos estaban convencidos de que si Nadal lograba llevarse el set, el partido caería de su lado. Pero el desempate fue un calco de lo que pasó durante todo el tercer set. Berdych muy fuerte con su saque y Nadal a remolque. Con 5-1 abajo, Rafa sacó parte de su mejor repertorio y logró recortar hasta ponerse 5-4 pero ahí el checo decidió que el partido debía terminar y gracias a un punto directo de resto y con un buen saque después, cerraba una gran victoria para meterse en semifinales del Open de Australia.

No se le recuerda un partido tan malo a Nadal como en los dos primeros sets. Su drive estaba totalmente fuera de servicio y para cuando quiso aparecer, ya fue demasiado tarde. Aún con el mal partido de Rafa, hay que darle todo el mérito a Berdych que demostró por qué no ha perdido un set en todo el torneo. Su dupla con Vallverdu funciona y le permite soñar en Melbourne con ser este por fin el Grand Slam que pueda conseguir después de tanto tiempo buscándolo. Kyrgios o Murray, su próximo rival.

Por Jose M. Gutiérrez Morón