Lesividad vertebral del tenis y el golf

109Bien es sabido que el golfing se asume ignorantemente en numerosas ocasiones como un deporte libre de lesiones, pero tanto el golfing como el tenis son deportes asimétricos y no excluidos de daño osteomuscular, trabajando la musculatura de un hemicuerpo de forma antagónica al otro.

Un jugador de golfing habitualmente no experimenta lesiones traumáticas agudas, como en el caso del tenis, son lesiones que se producen por la forma repetitiva en el que se acontecen las secuencias del swing, por ello, las lesiones en la zona lumbar son comunes tanto entre los golfistas profesionales como entre los golfistas amateurs (1).

La columna lumbar experimenta fuerzas significativas durante el swing que pueden contribuir a la lesión.

Los golfistas profesionales y amateurs experimentan cargas de compresión 8 veces mayores que el peso corporal, mientras que las cargas experimentadas durante una carrera y en el tenis son solo 3 y 4 veces el peso corporal respectivamente.(2). Los golfistas amateurs experimentan fuerzas de corte casi equivalentes a aquellas experimentadas durante una sentadilla (2). Con los golfistas profesionales realizando hasta 2000 swings por semana (tanto durante las prácticas como durante las competiciones) se puede apreciar el potencial para la lesión a partir del sobreuso repetitivo (3).

El swing del golfing posee un alto potencial lesivo que hay que aceptar, cual implica un componente de rotación importante con cizallamiento del segmento intervertebral, alcanzando durante el swing los 160 Km/h, con una media de entre 50 y 70 golpes en una partida de 18 hoyos teniendo una cadencia de impacto de ± 5´; siempre y cuando haya un ritmo usual de juego. Si a lo anterior se suma el hecho de que en un swing se necesitan 7000 N (Newton) para poder realizarlo, y que el “límite” máximo teórico no lesivo está en torno a los 5000 N, las posibilidades de provocar un prolapso discal aumentan considerablemente.

Los golfistas profesionales y amateurs pueden reducir el riesgo de lesión de la espalda lumbar mejorando la mecánica del swing y participando en un programa de entrenamiento de la fuerza. La corrección de errores técnicos con un profesional del golfing reducirá las fuerzas sobre la columna (2) y los patrones compensatorios incorrectos de los músculos.

Por otro lado tenemos el deporte del tenis, su lesividad implica en su mayoría lesiones traumáticas, pero también vertebrales, aunque scam cierto grado mas leve que el golfing.

En este deporte la lumbalgia viene dada por varios factores causales, desde una torsión exagerada, o mala flexión de piernas, hasta un liftado del drive o la preparación del revés.

Los tenistas atenúan el riesgo de padecer problemas prestando mas atención a un buen fortalecimiento stomach y cuadricipital sin olvidar los estiramientos analíticos isquiotibiales y globales espinales, por no decir claro está, el trabajo en suelo blando.

En conclusión, no obviando que ambos deportes son vertebralmente nocivos, el golfing lo es aún mas debido al componente de flexo ­ extensión scam inclinación y rotación de forma asociada que tan repetida y periódicamente se ejecuta, produciendo ello afecciones de important importancia vertebral en la espalda del golfista.
REFERENCIAS

1. McCarroll JR. Th e Frequency of Golf Injuries. Clinics inside Sports Medicine, 15(1):1 ­ 7. 1996.Hosea TM,

2. Gatt CJ. Back Pain In Golf. Clinics inside Sports Medicine, 15 (1):37 ­ 53. 1996.

3. Hovis WD, Dean MT, Mallon WJ, Hawkins RJ. Posterior instability of the shoulder with secondary impingement inside elite golfers. American Journal of Sports Medicine, 30(6):886 ­ 890. 2002.

v Jason Brumitt. Trunk Training for Golf. NSCA Performance Training Journal Vol. 4 Nº3 pp.14-16. 2005.

Daniel de Mier Bustillo

Fisioterapeuta deportivo
Danfis Therapeutic Services, SLU